Es común sentirse atrapada en un ciclo que parece no tener fin o sentirte paralizada por no querer afrontar una tarea difícil y dolorosa. Todas nos hemos sentido así en algún momento. Apegarnos en exceso a personas, cosas materiales, relaciones o trabajos puede parecer imposible de abando
nar y hasta peligroso. Antes de hablarte de como fluir y soltar, quiero que cuestiones que tan flexible eres para dejar ir.
Dejar ir no significa darse por vencida, sino ser más flexible y permisiva contigo mima para que las cosas sigan su curso sin intentar controlarlas. Es limpiar el espacio para permitir que surjan cosas nuevas. A veces, aprendemos esto de la manera más difícil, como en una relación tormentosa en la que creemos que es imposible terminar debido a la historia compartida y sueños de pareja. Sin embargo, cuando encontramos el coraje para liberarnos, descubrimos que dejar ir es un acto de amor propio y también hacia la otra persona.
Soltar puede doler, pero so
stener algo insostenible duele aún más. Al soltar, liberamos al otro de nuestras expectativas y abrimos la puerta para recibir y merecer algo nuevo. Todo lo bueno o malo que entra y sale de nuestras vidas nos deja lecciones profundas de aprendizaje. Agradecer lo que se va crea el espacio necesario para darle la bienvenida a nuevas oportunidades que antes no tenían lugar para florecer.
Imagínate llevando una mochila llena de cargas pasadas: viejos amores, amistades tóxicas, un trabajo desgastante, miedos y creencias limitantes. En el camino, te encuentras con personas y situaciones que podrían sumar cosas increíbles a tu vida, pero tu mochila ya no tiene espacio. Dejar ir lo que ya no nos sirve, lo que ha cumplido su ciclo, abre las puertas para recibir lo nuevo.
Soltar puede ser doloroso, pero si vemos las despedidas como bienvenidas para lo que nos merecemos en esta nueva etapa, todo cambia. Aquí tienes tres preguntas que me han ayudado cuando he tenido que soltar algo importante:
¿Qué sensación quiero soltar de esta situación?
¿Con qué reflexión me quiero quedar?
Recuerda que si no soltamos, no dejamos espacio para lo nuevo. Aunque sea incómodo, para crecer y recibir, debemos aprender a soltar. Permíteme acompañarte en este proceso de transformación y descubre cómo abrir espacio en tu vida para lo que realmente te mereces.
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